Os mostramos estas claves para alimentar a vuestro bebé.
Este tema es muy debatido entre padres, ya que existe un gran desconocimiento al respecto. Debido a este motivo, hemos decidido dar unos pequeños consejos para conseguir una ingesta nutricional de nuestro bebé de manera adecuada.
Por otro lado aconsejamos a nuestros lectores que dediquen unos minutos en la lectura de lo detallado en esta publicación.
Los siguientes apartados son vitales para que los bebés estén bien alimentados, ya que el comer bien y la buena hidratación no solo afecta a su crecimiento físico, sino que también a su desarrollo intelectual.
Por lo tanto no lo dejes en el olvido, y si tienes alguna duda siempre puedes consultar a profesionales.
Comenzamos nuestro pequeño resumen:
1. La lactancia materna
Es el mejor alimento que puede tomar nuestro bebé desde su nacimiento, siempre a demanda, no te agobies si unos días los periodos entre toma y toma se alargan o acortan. La lactancia materna puede mantenerse hasta que la madre lactante lo desee.
2. No te vuelvas loca si el apetito del bebé varíar
Es muy común que durante los dos primeros años el apetito del niño se reduzca debido al “estancamiento” del pico de crecimiento. En esta etapa es fundamental inculcar al niño un horario fijo de comidas, sin importar si se come en mayor o menor cantidad. En el caso de que ésta actitud se mantuviese sí sería preocupante.
3. No se contabilizan las calorías
En los dos primeros años del bebé, las necesidades energéticas son muy variables. Por lo que no es necesario marcar una cifra exacta. Ha de ser el propio niño mediante su apetito el que marque la cantidad deseada, siempre mediante alimentos saludables.
4. No maleducar su paladar
Toda la comida preparada se fabrica en base a materias primas de mala calidad. Que sumado a la cantidad excesiva de aditivos añadidos, ocultan el verdadero sabor de los alimentos. Esto acostumbra a los niños a los sabores muy dulces o muy salados, lo que dificulta la apetencia del niño sobre la comida convencional.
5. Alimentos sólidos de forma progresiva
Trocéale los alimentos a tu bebé y deja que los coja con las manos y experimente con ellos para así descubrir los alimentos que más le gustan, sin la necesidad de recurrir a los triturados. De esta manera el niño reconoce en el plato los alimentos que previamente ha probado y no los rechazará.
Y por último. Sé coherente. Da ejemplo a tu niño de una vida activa y saludable. Conseguirás fortalecer sus hábitos saludables, que le acompañarán el resto de su vida.
¡ Bon appetit !
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